¨Hace 8 meses tuvimos que tomar la difícil decisión de buscar una solución de vida para mi suegra porque no podía vivir más sola. No fue fácil, lo intentamos todo, desde contratar a personas que la cuidaran en la casa, hasta traerla a vivir con nosotros, etc. Nada funcionó, así que empezamos a ver las posibilidades que nos ofrecían los diferentes Residenciales, así como sus referencias. Yo conocía La Maison, porque vivo cerca y vi cuando se construía. Siempre me interesó la propuesta, ya que en los países desarrollados hace ya mucho tiempo hay incluso barrios para adultos mayores, así que fue una de las opciones a considerar. Decidimos apostar todo a La Maison y volvimos a hacer la mudanza, esperando que esta vez funcionara. Después de un período de adaptación, empezamos a ver que a pesar de sus protestas, ella estaba contenta y que de a poco se iba integrando a los demás residentes y a las actividades.
La verdad es que estamos contentos que mi suegra viva en La Maison. El apartamento es precioso y ella no extraña para nada su casa, al contrario, ella lo siente como su casa. Nosotros también nos sentimos en casa!
Estamos tranquilos que está en el mejor lugar¨
Flia Stiglitz